La expulsión de la Iglesia del cura acusado de pederastia en Mallorca
ha despertado la solidaridad de otros colegas de la isla, que en lugar
de compadecerse de las víctimas, apoyan a un párroco que se puede
enfrentar a hasta 18 años de cárcel por “gravísimos” delitos sexuales,
como los define la propia Iglesia. A Pere Barceló, de 60 años, le
acusaron tres mujeres de haber abusado de ellas cuando eran menores. Una
de las víctimas relata violaciones durante dos años.
25/03/2013, El País >> VER NOTICIA
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