25 ago 2013
Si la naturaleza juega a los dados
Parece un problema matemático: un niño nace sin genitales claros de chico o chica. ¿Qué probabilidades hay de que los padres acierten? La solución es sencilla: el 50%. Y de ese porcentaje depende que sean personas que crezcan, se eduquen y tengan una imagen social acorde con lo que son y sienten, o que no. Si lo primero sucede, miel sobre hojuelas. Si no, nos encontraríamos ante un caso de una persona intersexual que, generalmente después de una adolescencia muy complicada, debe, al llegar a adulto, ajustar todo —lo que siente, qué sexo le identifica, su apariencia incluso, con quién tiene relaciones— con lo que no se le asignó de pequeño.
24/08/2013, El País >> VER NOTICIA
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