La extraordinaria navegante francesa Maud Fontenoy se embarca en su velero para dar la vuelta al mundo en solitario y a contracorriente. A lo largo de un año, desde los preparativos hasta el desembarco en la isla francesa de La Reunión, compartimos cada paso de su valiente desafío y cada palabra de apoyo de su familia. Y descubrimos la entrañable complicidad que mantiene con los niños y la profesora de un modesto colegio de la ciudad de Meaux, al nordeste de París. Para ellos, Maud se convierte en un edificante ejemplo de superación.
Su determinación le lleva a enfrentarse sola a las gélidas temperaturas antárticas, al violento oleaje del Índico, al Cabo de Buena Esperanza y al peligroso Cabo de Hornos en las agitadas aguas que separan el Pacífico y el Atlántico. Gracias a las cinco cámaras instaladas en su velero, compartimos sus alegrías y miedos, ayudados también por su cuaderno de bitácora.
Además de su equipo y de su familia, centenares los alumnos de un modesto colegio de Meaux, al noroeste de París, siguen de cerca el viaje de Maud. Para estos chicos y chicas, el viaje de esta extraordinaria marinera es la prueba de que nada es imposible. Cada semana, Maud les escribe cartas que se convierten en lecciones de historia, geografía y ciencia. Entre ella, la profesora y los alumnos se crea un lazo que se estrecha a medida que los niños se van sintiendo parte del viaje y aprenden que, como dice la propia Maud, pueden conseguir "hacer de su vida un sueño, y de sus sueños, una realidad".
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