3 nov 2013

Familias en transición de género


Ángela recuerda con pesar aquellas navidades, una tras otra, en las que los Reyes Magos cumplían escrupulosamente con las peticiones de sus dos hermanos, pero desatendían las suyas. Ni el maletín de la señorita Pepis, ni la muñeca sin pelo, ni la de la melena rubia. Al lado de sus zapatos apareció un año una espada de romano; otro, un futbolín; otro, la equipación del Athletic de Bilbao. La hija de M. no ha cumplido cinco años, pero ya el pasado consiguió por primera vez que los Reyes no le dejaran coches y camiones como otras veces sino la muñeca, el carro y la cocina que había puesto en su carta. “Ahí ya le noté el cambio, estaba loca de alegría”, recuerda su madre, que en los meses previos había convencido a la familia para que no le regalaran “cosas típicas de niño”.

2.11.2013, El País>> VER NOTICIA

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